Cuando llega el invierno a las tiendas, siempre se me van los ojos detrás de los jerséis de lana gorditos. Si tienen grecas ya ni te cuento. Me recuerdan totalmente a la campiña inglesa, a las casas rurales con chimenea, a los paseos por el bosque sobre las hojas multicolores del otoño, a las mañanas con niebla...
Durante años parecían una prenda pasada de moda, poco femenina y demasiado grunge, pero vuelven a estar de moda y a ser cool (qué palabra más horrible, por cierto).
Ahora se llevan con rayas (últimamente todo tiene rayas en las tiendas).
Para rebajar su volumen óptico, conviene llevarlos con pitillos, con minifaldas ajustadas o con cinturones que los ciñan.
>
Y la opción más atrevida, es llevarlos como vestidos.
Últimamente, compro mis jerséis en H&M, tienen un diseño muy bonito, están bien de precio y no les salen bolas demasiado pronto, salvo que ya las llevene puestas, como este rosa palo que luce Vogue, de The Petit Trianon.
Fotos: Urban outfitters, The petit trianon, Altamira NYC, Style.