L'Occitane, el encanto de la Provenza

Hay lugares en el mundo que nos evocan sensaciones y sentimientos aunque apenas los conozcamos. La Provenza nos huele a lavanda, nos la imaginamos en verde, malva y rosa, la oímos con el susurro del viento y el ruido de los pájaros, la desgustamos con su vino y la jugosidad de los sabores naturales, sin aditivos, la sentimos con suavidad y dulzura. Un placer para los cinco sentidos.



He tenido la suerte de recibir una cápsula de placer de L'Occitane, en mi caso, del sentido del gusto. Colores frescos, primaverales, jugosos como el gloss de labios y como el rubor en la mejillas tras los primeros rayos de sol de la primavera. Rosas, nudes, colores naturales, casi imperceptibles que nos ayudan a tener ese tono de buen color y de aire libre que da la primavera.







A partir de hoy, L'Occitane en Provence estará a la venta en Vente-privee.com.

* Este post ha sido redactado según el Código de Confianza C4C

Mi producto del mes: refinador de poros de Bioderma

Febrero ha sido un mes de frío, tanto en NY como en Barcelona y aunque esté deseando que llegue la primavera, no hay que abandonar la máxima de los 3 mandamientos: limpiar, hidratar y proteger.

Entre el desmaquillante y la hidratante, he descubierto un producto que me está funcionando muy bien. Se trata del Sébium Pore Refiner de Bioderma.



Ya conocía esta casa francesa por el agua micelar aunque el producto reductor de poros forma parte de la línea para pieles mixtas y grasas para un acné maduro.

Se trata de un producto de tratamiento, corrector de poros dilatados. Hay que diferenciarlo de los productos que ofrecen un resultado inmediato de piel lisa y sin imperfecciones (con el poro visiblemente más cerrado) ya que estos no van actuando en la zona y el de Bioderma sí, por lo que los resultados se aprecian con el tiempo.
Función: Consiste en mejorar el aspecto de la piel haciéndola más nítida, cerrando los poros y haciéndolos menos visibles.
Uso: se puede aplicar una o dos veces al día, solo o antes de la crema. Además, prepara estupendamente la piel para el maquillaje y controla los brillos.

Se presenta en formato crema que se absorbe rápidamente y si se ha limpiado previamente la piel, el poro no luce tan visible además de actuar a un nivel más interno porque no sólo corrige sino que también cuida la piel controlando que el exceso de sebo.

Contiene dos ingredientes esenciales:
- el complejo fluidactiv que permite la fluidificación del sebo evitando que la grasa se vaya acumulando en el poro, sin inflamarlo.
- el ácido salicílico que penetra rápidamente en los poros, limpiando y promoviendo la renovación de la piel.


Mi experiencia: Tras un mes usándolo, normalmente sólo por las mañanas antes de la hidratante (a veces también por la noche), el tamaño del poro parece a simple vista más pequeño. La zona de la nariz ha mejorado mucho, la veo más limpia y el poro casi imperceptible. La zona de encima de la barbilla la solemos olvidar más y habrá que seguir trabajándola con más ahínco.
Hay que complementarlo con una buena limpieza diaria y con productos semanales como el que os mostré el mes pasado: microdermoabrasión de Kiehl´s.

El inconveniente como muchas otras veces suele ser el precio: casi 20 euros por 30 ml, aunque teniendo en cuenta que no se trata de un producto para usarlo en una zona extensa, ni siquiera en toda la cara, imagino que durará bastante.  He probado otros productos similares como el  Pore Minimizer de Clinique, Idealist de Estée Lauder, Biopur de Biotherm, la línea Pureness Shiseido y el de Bioderma, es el mejor en relación a calidad-precio.

Existen otros productos en la misma línea: solución micelar, mascarilla purificante y el controlador de granos.


¿Conocíais esta línea? ¿Habéis probado algún producto para los poros abiertos?

Me paso el día NO comprando en Nueva York

Da igual el escenario, el resultado es el mismo, me he vuelto una asceta y no compro nada de nada. Ni en New York, ni en mi visita relámpago a Madrid, ni en rebajas, ni online. Veo muy pocas cosas que me hagan decidirme por ellas. Parece que el clima generalizado de desastre económico se ha apoderado de mi.

En New York me compré algo de cosmética (cuando Carrie compraba algo que me apetecía, yo me compraba otro para mi), un par de vaqueros de la marca America Eagle Outfitter (nos los recomendó La 5th con bleecker) y un cardigan de Forever 21 con estampado en zigzag, muy Missoni. Teniendo las mejores tiendas a mi alcance, eso fue lo único. Los precios no me parecieron tan baratos con el dólar, Macy's estaba demasiado revuelto, y en general, me apetecía comprarme cosas nuevas de primavera y todavía había muchos restos de rebajas.



Por lo menos sigo disfrutando de ir de tiendas, de ver escaparates, y de ver ropa. Y hoy os traigo algunas recomendaciones. Podéis leer mi recorrido completo de tiendas en la Crónica que escribí para Mujer Hoy.

En los alrededores de Rockefeller Center estuvimos en Nine West, J. Crew y Anthropologie.



Disfruté mucho por Meatpacking District, una zona en la que no había estado en mi anterior viaje. Imprescindible ir a Chelsea Market, una antigua fábrica de galletas remodelada como un centro comercial de aires alternativos.




En esa zona se han instalado también tiendas de lujo como Jeffrey y Diane Von Furstenberg (en ese edificio tiene tienda, taller de diseño, y su propia vivienda).



La zona de West Village y Soho es ideal para perderse, callejear y disfrutar encontrando boutiques originales, con encanto, y todo tipo de precios.







En Bleecker Street están nada menos que cinco tiendas de Marc Jacobs: una de hombres, otra con bolsos Marc Jacobs, otra de Marc by Marc Jacobs, la de souvenirs y la de Bookmarc. La de souvernirs tiene las camisetas de Protect your skin, cada temporada con celebs nuevas, y cientos de pequeñas pijadas muy baratas para llevarte de recuerdo para las amigas o para ti. Es como una tienda para turistas más. Me gustó mucho la tienda de BookMarc, con una buena selección de libros de moda y diseño, y fundas para Iphones, Ipads, ordenadores, etc., todo del diseñador.
En la zona de Greenwich Village está la Universidad de Nueva York, y por los alrededores se pueden encontrar tiendas más bohemias, tiendas vintage y con precios asequibles. Estuvimos en Screaming Mimi's y en Zachary's Smile.

Flashes cosméticos

Cuando os hablé de mis flechazos cosméticos ya os conté que muchas veces sufro esa primera impresión o feeling con un producto que le hace ser imprescindible desde el primer momento (por lo bien que te va o por cómo hace que te sientas al ponértelo; algunos me gustan incluso antes de probarlos, no me preguntéis porqué).
Os muestro algunos de los que he probado recientemente bien en muestras o comprados que o bien me han encantado o seguro que no volveré a probar:


- Ainhoa Concentrado de Caviar Luxury Diamond: Serum muy nutritivo e hidratante a base de extracto de caviar y polvo de diamante que mejora la textura y firmeza de la piel. Bastan unas gotitas para tener el efecto buena cara.
Veredicto: los efectos no son tan espectaculares como para comprarlo dado su precio es elevado: 81.50 euros 5 ml*5. Por este precio, existen muchos otros serums en el mercado que vale la pena probar.
- Aceite reafirmante de busto de Alqvimia: 100% natural que ayudar a reafirmar, hidratar y suavizar la piel. El olor de los aceites me ha encantado (geranio, limón y naranja).
Veredicto: 65 euros valen los 150 ml, que creo que vale la pena invertir.



- Mascarilla gold con papaya de Apivita: Se trata de una mascarilla exfoliante que hay que aplicar mezclándola con agua. Deja la piel revitalizada y suave.
Veredicto: Vale la pena probar alguna de las mascarillas de esta marca que suelen vender en farmacia. Precio 5 euros.


- Exfoliante de manos Deliplus: Hoy en día se puede renovar la piel de cualquier parte del cuerpo: cara, cuerpo, pies, labios y también las manos. Los microgránulos de pepita de uva eliman las células muertas y si posteriormente te aplicas una buena crema de manos, te quedarán muy suaves.
Veredicto: por 1.90 euros volveré a comprarlo seguramente aunque, como no es un producto de uso diario, creo que durará bastante.



- Sébium Al de Bioderma (el seca-granos): Estupenda alternativa a mi aceite de árbol de té para secar los granos. En formato crema, se aplica sobre el grano dejando que se absorba dando pequeños toquecitos. Precio 10 euros aproximadamente.
Veredicto: vale la pena tener un producto de estas características a mano aunque en un formato más pequeño estaría mejor dado ya no lo uso como en antaño.



- Tratamiento reparador de cutículas de Deliplus: Nutre, suaviza y protege las cutículas contra el resecamiento. Contiene karité y almendras dulces. Se puede masajear hasta que se absorba.
Veredicto: los aproximadamente 2.50 euros que cuesta vale la pena si se te resecan mucho las cutículas.




- Ultimate Thickening Shampoo de Kiehl´s: Tenía muchas ganas de probar el champú de oliva del que había oído hablar maravillas, sin embargo, no me lo recomendaron para mi tipo de pelo, tirando a graso. Como además lo tengo fino me dieron unas muestras de este champú. Tras lavarme el pelo y secármelo con un buen secador y con la cabeza boca abajo, mi pelo luce con más volumen.
Veredicto: interesante opción cuando acabe lo que tengo: 17 euros 250 ml.

- Cethapil: Compré este limpiador en formato mini en NY y no ha cumplido las expectativas que tenía puestas en él dado que había oído que iba muy bien. Lo he aplicado y hace poco jabón de manera que hay que poner bastante cantidad para limpiar toda la cara. Desconozco el precio en formato grande.
Veredicto: hay limpiadores más buenos y que me van mejor que éste de los que ya os hablé en otra ocasión.

¿Habéis tenido algún flash cosmético últimamente?

New York Mercedes Benz Fashion Week (por dentro)

Una de las mejores cosas del viaje a Nueva York ha sido poder vivir de cerca la New York Fashion Week. Los alrededores de Lincoln Center, el desfile de Custo, los estilismos, el ambiente, todo ha sido un lujazo para mí.

Y no puedo evitar compararlo con la, también Mercedes Benz, Madrid Fashion Week.

El Lincoln Center está en el centro de la ciudad y es un gran espacio. La verdad que tener todos los desfile en el mismo lugar (como ocurre en Nueva York y Madrid), facilita la cosa a prensa, modelos, etc. En París deben andar de un lugar a otro de la ciudad, llegando tarde y volviéndose locos.



El espacio de antesala a los desfiles, el "cibelespacio" neoyorkino, es mucho más pequeño, también hay stand cosmético (de Maybelline), coches expuestos y regalan barras de cereales, pero no hay tanto petardeo alrededor de los desfiles. Allí se va a trabajar.
También hay gente con ganas de llamar la atención, que se viste para ser fotografiado (pronto os traeré estilismos muy chulos de lo que vi por allí).



Esta vez los diseñadores se han unido para luchar contra las falsificaciones, diseñando unos bolsos con le mensaje de "No puedes copiar la moda".



Los desfiles tienen lugar en varios escenarios, con distinta capacidad según su importancia: the stage, the studio, the theatre, the box... En el caso de Custo, creo que la pasarela era más pequeña que la de Madrid.


En el desfile casi todos los asientos son para prensa. No para amigos del patrocinador, enchufados o vete tú a saber para quién, como ocurre en la ex-Cibeles.
Los fotógrafos se apelotonan para tomar fotos.



Y ahora os voy a pedir un ejercicio de fé. Pasaban a todo correr pero éstos son Franca Sozzani (directora Vogue Italia), Suzy Menkes, Carine Rotfield (Ex-Vogue París), su hijo Vladimir, Sartorialist, una chica que no sé ahora para que medio trabaja pero de la que tengo montones de fotos guardadas, siempre la suelen retratar los fotógrafos de streetstyle, el ayudante de Rachel Zoe (tienen un reality) y Giovanna Battaglia.



Éste debe ser su look del día (foto de Tommy Ton, por supuesto, mil veces mejor que la mía).


Mi vida como celebrity: Yo tenía un novio llamado Vladimir

Yo: ya te vale, tanto tiempo sin pasar por aquí sin ni siquiera acercarte a saludar.
La celeb: he estado muy ocupada, soy una celebrity.
Yo: esa no es excusa.
La celeb: ya, ya he leído por ahí que te dan premios, que sales en revistas y que te regalan viajes a Nueva York.
Yo: ya ves, cada una se busca la vida como puede, y a veces la suerte te sonríe.
La celeb: bueno, ¿qué? ¿me vas a dejar contar mi historia o sólo vas a hablar de ti?
Yo: adelante, este post es todo tuyo.

Yo tenía un novio llamado Vladimir. Llevaba gafas de pasta y leía a Proust. Lucía el pelo largo peinado hacia atrás y veía películas de Europa del Este en versión original. Vestía de negro y hablaba con un curioso acento extranjero. Sus padres habían logrado una mega fortuna con la caída del comunismo en Rusia y se habían mudado a Barcelona  hace unos años a disfrutar de una mejor climatología.

Le conocí en un fiesta y su aspecto me pareció fascinante. Se me acercó y en cuanto le oí hablar me conquistó. ¡Me parecía tan exótica su forma de hablar!

Me pasaba el día llamando a mis amigas y diciendo he quedado con Vladimir, Vladimir y yo vamos a tal sitio, Vladimir esto, Vladimir lo otro. Era un nombre que me flipaba por su sonoridad y me pasaba el día repitiéndolo.

Pero pronto el hechizo se esfumó. Me aburría con él como una ostra. Se pasaba el día demostrando su supuesta superioridad intelectual, sus disquisiciones acerca del sentido de la vida no podían ser más soporíferas y era desquiciantemente perfecto.

Creo que no se despeinaba ni cuando hacíamos el amor.

Pronto comencé a sufrir un creciente sentimiento de inferioridad cuando estaba con él. Temía no estar a la altura, y encima estaba lo del aburrimiento. No me hizo cambiar de opinión ni sus carísimos regalos ni sus fantásticos planes que gracias a su abultada economía nos podíamos permitir.

Sí, estaba en un maravilloso hotel de París bebiendo champagne, cenando en el restaurante más caro de la ciudad y haciendo todos esos estupendos planes que se supone que te hacen feliz cuando estás en París y tienes dinero. Pero no me lo pasaba bien.

Las fiestas con sus amigos eran lo peor. Todo el mundo hacía que se divertía cuando sacaban fotos con el Iphone para colgar en Facebook o en Twitter, pero nadie perdía el control jamás, las conversaciones eran pretendidamente interesantes pero no podían ser más presuntuosas y afectadas. Muy ridículo tratándose de una fiesta con alcohol.

Le dejé al de poco tiempo y ¡se indignó! Decía que a él no le dejaban jamás, que, si acaso, él era el que rompía las relaciones.

No sabéis lo que disfruto ahora en mi vida con la improvisación, con la pasión, haciendo el ridículo cuando toca y cuando no, metiendo la pata y siendo un desastre como siempre lo he sido. Ahora quiero un novio menos perfecto y más divertido.

Comprando cosméticos en Nueva York

Comprar en Nueva York es una oportunidad que no se presenta todos los días y por ello, no dejas de sentirte como una cenicienta mirando escaparates con el brillo en los ojos y la eterna sonrisa en los labios.

Respecto a moda, Chloe nos ha brindado una estupenda guía con las tiendas y rutas que no hay que perderse; pero en cuanto a cosmética, la selección de tiendas y marcas que he visto ha sido más completa de lo que nunca hubiera imaginado:

La tienda de Mac en Times Square era espectacular



Sephora vendía marcas que en España sólo se encuentran en tiendas de marca propia (es decir, vende por ejemplo productos The Body Shop y Korres cuando en España sólo se venden sus productos en tiendas propias; pero de muchísimas marcas más, encontré incluso Stila que ya no se vende en España)


Mi primera incursión en el mundo Lush ha sido en Nueva York.



Las multimarcas que brindaban los almacenes Macy´s (tenían Bares de cejas Benefit de los que ya os hablé) y Bloomingdale´s (con By Terry, Eve Loom, B&B Bubbles y justo twitea la 5th con Bleecker que ya no tienen Nars cuando hace unos días sí: las marcas americanas como Nars y Elizabeth Arden están más baratas allí).


Con tiempo para perderse eran ideales las farmacias Duane Reade abiertas las 24 horas del día donde podías encontrar todo tipo de productos y una tienda que vendía el paraíso de las tallas mini de viaje que descubrió la 5th con Bleecker y de la que a mi me costaba salir llamada Bed Bath Beyond.




Otro paraíso son los Nail Spa. En uno nos hicimos las cuatro viajeras las uñas porque en Nueva York hay que ir con la manicura hecha.


Y no podía irme de Nueva York sin visitar la tienda Kiehl´s situada en la 3ª Avenida con la 13 Street en el East Village. Muchos conoceréis la historia del peral que se plantó en esa esquina por el gobernador de la colonia holandesa del Nuevo Amsterdan (posteriormente llamado Nueva York) y que fue derribado por un vagón de metro aunque se volvió a plantar por Kiehl's en 2003. Pues hasta allí arrastré a Chloe para ver la tienda original con su Mister Bones y su Harley Davidson y donde descubrí un nuevo producto del que espero hablaros en breve en el blog.



Os dejo una foto de mis compras: productos mini, Kiehl´s, set de Burt´s Bees y Lush entre otros.

Shoes in New York

Los zapatos nos vuelven locas a todas las mujeres, y a las neoyorkinas, más. Lo cierto es que no compré ninguno, porque los tacones y las plataformas que se veían por ahí llegaban a extremos inexplicables. Si me caí de unas botas planas en Brooklyn, no me quiero imaginar qué puede ser de mí si me pongo estos andamios. Eso sí, a nivel escultural, son de lo más interesante.

En Urban Outfitters



En Macy's




En J. Crew


Tiendas

A precio asequible, Aldo y Nine West, hay unas cuantas tiendas de ambas marcas por toda la ciudad, y por supuesto, en los grandes almacenes como Macy's o Bloomingdale's hay zapatos para aburrir.



Tendencias

* Plataformas
* Colores mezclados
* Cuñas
* Neón

Podéis ver mis fotos del front row de Custo en Trendencias y mi crónica fashion del viaje a Nueva York en Mujer Hoy.